Afrodita

Afrodita es una de las diosas a las que más culto se le rinde, quizás por su connotación tan importante en el sentido del amor y la sexualidad del ser humano. Afrodita es la precisa representación de la belleza, del amor y la reproducción para los griegos. Su contraparte en la mitología romana es Venus.

Es importante aclarar que la connotación romántica de “diosa del amor” se le adjudicó a Afrodita desde tiempos modernos, porque en la antigüedad se le distinguía más como diosa del amor en el sentido erótico y no romántico ni sentimental.

Culto a Afrodita

Afrodita es venerada desde la antigüedad como diosa del amor y también de la fertilidad, es por eso que su culto era tan extendido en toda Grecia, teniendo de hecho su propia celebración denominada Afrodisias, que eran las festividades que se celebraban en su nombre por toda Grecia.

Antes que la ciudad fuese destruida, una de las prácticas más habituales para rendirle culto a la diosa era mantener relaciones sexuales con las sacerdotisas que resguardaban sus templos. De esta manera se le rendía homenaje a la diosa del amor y la sensualidad.

Por lo general se le asocia a animales como cisnes, almejas, delfines y palomas. También se le suele adorar con referencia a árboles de manzana, de rosas, granado y mirtos. Del mismo modo se le asocia con las perlas.

Nacimiento de Afrodita

Según la mitología, se cuenta que el nacimiento de Afrodita ocurre luego de que Cronos cortara los genitales de Urano con una hoz adamantina y los lanzara al mar. Al poco tiempo, de los alrededores de los genitales arrojados emergió una especie de espuma blanca.

De allí precisamente, de la espuma, nació una hermosa y radiante doncella, que no era otra que Afrodita. Lo más increíble de la narrativa es que Afrodita, así como también ocurrió con otros dioses de los que se tiene conocimiento, nació adulta.

Al momento de emerger de la espuma, la Diosa Afrodita era una mujer completamente adulta y formada, es decir que no tuvo ninguna transformación desde la niñez hasta la adultez.

Otras versiones sobre el nacimiento de Afrodita apuntan a que esta diosa simplemente fue el resultado de las relaciones entre Zeus y Dione, aunque esta es una corriente adicional que trata de hablar sobre Afrodita como otra diosa distinta a la que se conoce en la mitología griega.

Según la primera de las versiones,  Afrodita sería una diosa anterior al período de Zeus, mientras que según la siguiente versión, sería descendiente del regente de todos los dioses.

Afrodita, deseable y malhumorada

En todas las narraciones que se refieren a Afrodita, se habla de ella como una diosa completamente deseable y núbil, sin infancia y nacida adulta en cada uno de los relatos. Sin embargo, son pocos los relatos que demuestran su personalidad como tal. En algunos casos se narra que esta diosa en realidad era completamente malhumorada.

Su matrimonio era con Hefesto, pero le era infiel, algo que en realidad era bastante común en la mitología griega. La mayoría de los personajes mitológicos eran infieles a sus parejas.

Infidelidad con Ares

Para Afrodita era insoportable mantener una relación de pareja con Hefesto, así que comenzó a buscar en otros dioses, lo que no podía conseguir con Hefesto, y uno de sus más importantes amoríos fue con Ares.

Afrodita y el dios de la guerra tuvieron un tórrido romance que terminó por convertir a Hefesto en una pobre alma burlada, luego de los hechos en los que pretendió desenmascarar a los amantes.

Según cuenta la mitología griega al respecto, Ares y Afrodita siempre se veían a escondidas, y en una de las oportunidades en las que lo hicieron, Ares avisó a su mejor secuaz, Alectrion, para que le avisara cuando llegara Hefesto a casa, y éste por supuesto estuvo pendiente.

Hefesto ya estaba alertado sobre la situación de adulterio de su esposa, de manera que decidió colocar algunas cadenas invisibles para capturar a los amantes. Alectrion, por su parte, estaba consciente de que Hefesto llegaría a casa por el amanecer, así que intentó permanecer despierto hasta que éste llegara.

Pese a la labor que le fue encomendada, Alectrion se quedó dormido, de manera que no tuvo manera de avisar a Ares sobre la llegada inminente de Hefesto. Cuando Hefesto llegó a casa, los atrapó en plena faena y les lanzó encima las cadenas invisibles que los inmovilizó.

Rápidamente llamó a todos los demás dioses para que se enteraran de las prácticas de la diosa Afrodita y se burlaran de ella y de Ares, pero ocurrió lo contrario. Los dioses que asistieron a la escena se burlaron de Hefesto y alegaron que les hubiese encantado estar en el lugar de Ares.

Apenas Hefesto liberó el encantamiento, ambos amantes salieron huyendo del lugar y Ares, cuya condición para ser liberado era retribuir a Hefesto por el daño causado, no cumplió con su palabra y escapó con su amada Afrodita.