De Ah Puch se puede decir que, así como existen las deidades de buena procedencia y que tratan de ayudar a los humanos, también existen las contrapartes llenas de maldad y que se encargan de velar por el buen funcionamiento del lado oscuro de la mitología, tal es el caso de esta importante deidad.
Ah Puch es entonces el guardián del inframundo, es la deidad más oscura de la mitología maya y también puede ser reconocido bajo el nombre de Kitzin, que quiere decir “El Apestoso”.
Representación de Ah Puch
Por lo general los mayas suelen expresarse de este dios como una representación bastante deforme de un esqueleto o incluso de un cadáver con rostro de jaguar, aunque en algunos casos puede ser representado con la cara como un búho.
En la mayoría de las representaciones que se hacen sobre el Dios Ah Puch se colocan adicionalmente unas campanas que le acompañan, como una manera de dar más valor ornamental al rey del Xibalbá, que es como los mayas conocen al inframundo.
Otros elementos que suelen aparecer junto con la figura de Ah Puch son las características cascabeles que forman parte del vestido del dios del inframundo. En algunas ocasiones se le pueden ver atados a sus cabellos, aunque en otras ocasiones es frecuente verlas pendiendo de un collar en forma de golilla.
Dragado de Chichén Itzá
Se dice que en nombre de Ah Puch se inmolaron muchas víctimas, a las cuales se les agregaba un cascabel tallado en oro o en bronce. Este elemento acompañaba a las víctimas en su sacrificio.
Para una muestra de ello, desde 1904 se comenzó a dragar el pozo de los sacrificios, donde presuntamente se realizaban estas ofrendas a Ah Puch. En el lugar se pudo conseguir innumerables cascabeles de oro y de bronce que probablemente tienen mucha historia que contar.
El pozo de los sacrificios en honor a Ah Puch se encuentra en Chichén Itzá, y desde que se comenzó con el dragado de este pozo, se comenzó a notar cómo aparecían nuevas cascabeles que se correspondían a la descripción de las que utilizaban para hacer sacrificios en beneficio de Ah Puch.
¿Quién es realmente Ah Puch?
En realidad esta deidad no es otra más que la contraparte de Itzamná, lo que quiere decir que es una representación de la muerte, de hecho, su propio nombre se asocia con la muerte misma, siendo este el patrón de la Cimí, que es muerte en la lengua maya.
Aunque sea una deidad maligna, es la siguiente más importante después de Itzamná, porque así como este último representa la vida, Ah Puch representa la muerte.
Por lo general se puede representar con un símbolo muy parecido al que utilizamos en la actualidad para referir nos al signo del porcentaje. En cuanto a la escritura de su nombre, junto con Itzamná son los dos únicos dioses mayas que se representan con dos jeroglíficos, de allí su importancia tan elevada dentro del panteón maya.
También Ah Puch es el dios rey de los demonios, así es como se le denomina en los libros antiguos que cuentan su narrativa y su mitología. De la misma manera, debido a su naturaleza malévola, se puede asociar con la guerra y con los sacrificios humanos, así como también con otras características del lado humano más malvado.
Tan negra es la representación de Ah Puch que se suele referir a él como destructor de los mundos e incluso como señor del noveno infierno, un apodo que le queda realmente bien si se toma en cuenta que es el encargado de proteger el inframundo para las creencias mayas.
Algunos de los compañeros que siempre le siguen a donde quiera que esta entidad va son el perro, el ave Moán y la lechuza, todos considerados como criaturas de mal agüero y de muerte por sí mismos.