Ame-No-Uzume

Ame-No-Uzume es conocida como la diosa de la felicidad, de la danza y de la fertilidad. Según cuenta la mitología japonesa, ella fue la encargada y responsable de hacer que la diosa Amaterasu saliera de su cueva, cabe acotar que esta última es la diosa del Sol. 

Esta diosa japonesa de la danza improvisó un baile bastante gracioso por medio del cual la diosa del Sol salió de su escondite para no ingresar a él nunca más. Según la tradición budista, a partir de allí se considera el origen de todas las tradiciones japonesas que incluyen bailes en sus alabanzas. 

La diosa del sol se escondió en una cueva

Según narra la historia mitológica que cuentan los japoneses sobre la ayuda que recibió el sol de la diosa Ame-No-Uzume, el sol tenía mucho miedo de lo que estaba ocurriendo en el mundo luego de que su hermano Susano, se creyera vencedor sobre ella. Susano era el dios de los océanos y de las tormentas. Ambos tuvieron una férrea batalla en la que, presuntamente, ganó Susano. 

Arrebatado por la victoria y la sed de triunfo, Susano destruyó campos de cultivo y esparció excrementos en todos los templos sagrados. Las lluvias y los truenos se convirtieron en los verdugos de todos los terrenos sobre el mundo. A causa de esta situación, la diosa del Sol tuvo mucho miedo de las acciones de su hermano y de su actitud. Para no ver todo el caos que éste estaba ocasionando, se escondió en una cueva. 

Cuando la diosa del Sol decidió esconderse en aquella cueva y encerrarse, todo el mundo se quedó a oscuras. Nadie volvió a ver el sol y por supuesto, la tierra se convirtió en un lugar gris. Las hilanderas celestiales salieron corriendo del sitio donde se reunían para tejer los trajes de los dioses, todas estaban despavoridas por lo que estaba ocurriendo. En medio de la huida se clavaron las lanzaderas.

Con la escondida del sol en la caverna, llegó no solamente la oscuridad, sino todos los demonios con los que se acompaña. La maldad llegó al mundo  junto con otros espíritus malignos que se hicieron espacio en todo el mundo para traer no más que desgracias. Evidentemente era necesario hacer que la diosa del sol saliera de su escondite nuevamente y Ame-No-Uzume hizo se propuso sacarla. 

¿Cómo ayudó Ame-No-Uzume al sol?

Los dioses hicieron de todo para hacer que la diosa del sol saliera de su escondite y trajera la iluminación al mundo nuevamente, pero todo lo que intentaron fue en vano. Tuvieron un consejo de dioses en el que debatieron cuál sería la mejor manera para hacer que el sol saliera de su escondite lo más pronto posible. 

Ninguna de las acciones que se plantearon podían funcionar. Después de analizarlo muy bien se dieron cuenta de que nada iba a funcionar. Pese a ello, comenzaron a intentar de todo para poder hacer que el sol saliera de la caverna, sin éxito en cada esfuerzo. 

En uno de los tantos esfuerzos por llamar la atención del Sol, Ame-No-Uzume comenzó a bailar enérgicamente para ella. Bailó tanto y tan fuertemente que de pronto todo su ropaje se cayó, dejándola totalmente al descubierto. Todos los demás dioses que estaban a su alrededor, comenzaron a reírse afanosamente por lo que le había ocurrido a Ame-No-Uzume

Tantas y tan fuertes eran las risas que la diosa del sol comenzó a abrir con delicadeza la cueva donde estaba escondida, movida por la pura curiosidad de saber lo que ocurría y la razón de aquel escándalo. Cuando comenzó a abrir la roca que cerraba la cueva, vio su reflejo en un espejo que otros dos dioses habían colocado frente a su puerta. 

Al ver su reflejo, la diosa del Sol comenzó a salir. Otro de los dioses la tomó por las manos y la sacó al mundo exterior, mientras que otro de ellos se encargó de encerrar por completo la roca para impedir que el Sol volviera a entrar. Fue así como volvió la luz al mundo y se recuperó la normalidad de todas las cosas como las conocemos, todo ello gracias a el baile de Ame-No-Uzume.