Aquila

A lo largo de la historia, nuestro cielo nocturno ha sido objeto de estudio para muchos ilustres, como parte de su viaje de descubrimiento acerca de los misterios del cosmos. De esta manera, se han reconocido y catalogado una gran cantidad de cuerpos celestes. Tal es el caso de la constelación Aquila o constelación del águila, una gran agrupación de astros descrita desde la antigüedad.

¿Cuál es la constelación Aquila?

Reconocida como “El Águila” por diferentes civilizaciones, constituye una conformación de astros que dibuja una enorme criatura alada en nuestro firmamento. La misma se ubica en el cuarto cuadrante del hemisferio norte y se extiende con una superficie de 652,5 grados cuadrados.

La constelación Aquila puede ser vista completamente a latitudes entre 71° sur y 78° norte, sobre todo durante le mes de septiembre. Esta se localiza en nuestra Vía Láctea, rodeada de una gran cantidad de cuerpo celestes. Tal es el caso de las constelaciones Aquarius, Capricornus, Ophiuchus, Sagitta, Sagittarius, Delphinus, Hércules, Serpens y Scutum.

De igual forma, esta constelación se caracteriza por poseer tres lluvias de meteoritos. Entre ellas están las Aquílidas septentrionales de junio, Delta Aquílidas y Gamma Aquílidas.

Historia de la constelación Aquila

El origen de esta constelación es bastante antiguo y de acuerdo con algunos investigadores se remonta a la Antigua Grecia. En este sentido, El Águila representaba al único animal capaz de surcar el cielo viendo directamente al sol. Por lo que, surgieron dos vertientes de una misma leyenda que tratan de explicar la génesis de esta constelación.

De acuerdo con algunos historiadores, esta agrupación de astros hace referencia al águila enviada por Zeus para raptar al príncipe troyano Ganimedes y llevarlo al Olimpo para servir de copero. Por otro lado, se cree que el águila no era más que otra de las transmutaciones usadas por Zeus para realizar sus trabajos.

No obstante, fue el astrónomo Ptolomeo durante el siglo II a.C, quien la describió por primera vez a este cuerpo astral en su tratado del Almagesto. Esto como parte de las 48 constelaciones descritas en la antigüedad. Posteriormente, esta fue aceptada por la Unión Internacional de Astronomía como parte de las 88 constelaciones modernas.

Estrellas de la constelación Aquila

Esta constelación se encuentra constituida por 124 estrellas descubiertas hasta el momento. De las cuales, α Aquilae o Altair es la más brillante de todas. La misma es considerada una estrella blanca ubicada a más de 16 años luz de distancia, que a su vez forma parte del Triángulo de Verano.

De igual manera, esta agrupación de astros integra a γ Aquilae o Tarazed, como su segunda estrella más brillante, con una magnitud de 2,72. La cual es una gigante naranja cuyo tamaño es 10 veces mayor que el de nuestro sol. Además de otro grupo de estrellas, como ζ y β Aquilae localizadas a 83 y 45 años luz respectivamente.

Constelación aquila

Objetos del cielo profundo de la constelación del Aguila

Dentro de este cúmulo cósmico, existe una basta cantidad de cuerpos y astros celestes de gran belleza. De los cuales, el más conocido es la Nebulosa del Ojo Brillante NGC 6751, ubicada a más de 6 mil años luz de la tierra.

Por otro lado, la constelación Aquila integra a la Nebulosa de la Mancha Fantasma NGC 6741, descubierta en 1882. Además, esta posee en su interior la formación estelar Westerhout 43, la cual es considerara como el sector estelar donde se forman las estrellas más activas de nuestra Vía Láctea.

De esta manera, es evidente que la constelación Águila es uno de los tesoros más vastos de nuestro cosmos. Esto al integrar no solo estrellas de gran brillo, sino también al guardar una gran cantidad de galaxias y cúmulos inexplorados en su interior.