Coma Berenices

Las constelaciones constituyen una parte fundamental del desarrollo y la evolución de la humanidad, siendo estas testigos de nuestras leyendas y objeto de nuestros estudios. Entre el gran número de cuerpos celestes que se desplazan en nuestro cielo nocturno se encuentra la constelación Coma Berenices. Una tenue conformación de astros conocida desde el inicio de nuestra civilización.

¿Cuál es la constelación Coma Berenices?

Conocida como “La Caballera de Berenice”, constituye una agrupación de estrellas que dibujan una figura con forma de cuña en el hemisferio norte de nuestro cielo nocturno. La misma se extiende en el firmamento con una superficie de 386,5 grados cuadrados.

La constelación Coma Berenices se visualiza fácilmente a latitudes entre 56° sur y 90° norte, sobre todo durante el mes de mayo. De igual forma, esta puede localizarse utilizando las constelaciones referenciales que la rodean. En este sentido, se encuentra limitada al norte por Canes Venatici, al sur por Virgo, al oeste por Leo, y al este por Bootes.

Por otro lado, esta constelación se encuentra muy lejos de nuestra Vía Láctea, a nivel del Polo Norte Galáctico, por lo que no posee una gran cantidad de estrellas. Además, en la misma se producen 2 lluvias de meteoros, las cuales son Coma Berenícidas y Coma Berenícidas de enero.

Historia de la constelación Coma Berenices

Este cuerpo celeste guarda su origen dentro de las civilizaciones más antiguas de la humanidad. Inicialmente, a la constelación Coma Berenices se le llamaba «Coma» cuyo significado en hebreo era “el deseado”. Esta era utilizada para representar a una mujer con un niño en sus brazos dentro del zodiaco de Dendera 2000 a.C.

No obstante, la leyenda que define a esta constelación es aquella en la que se le relaciona con la Reina Berenice, esposa del Rey Ptolomeo III de Egipto. De acuerdo con la historia, esta reina acudió al templo de Afrodita y ofreció su hermosa cabellera. Esto suplicando porque su esposo regresara a salvo de la guerra.

De esta manera, luego de que el Rey Ptolomeo volviera sin un solo rasguño, Berenice cumplió su promesa, cortándose su cabellera y llevándola al templo de la diosa griega. Sin embargo, esa misma noche la ofrenda desapareció del templo y nunca fue encontrada. Finalmente, el astrónomo Conón de Samos resolvió el misterio para los reyes, al encontrar y mostrarles la hermosa cabellera de la reina dibujada con estrellas en el firmamento.

Por otro lado, esta es descrita y catalogada en 1602 por Tycho Brahe, y posteriormente publicada en el tratado de Uranometría de Johann Bayer en 1603. Por lo que, actualmente forma parte de las 88 constelaciones modernas aceptadas por la Unión Internacional de Astronomía

Estrellas de la constelación Coma Berenices

El cuerpo celeste de Coma Berenices se encuentra formada por 66 estrellas. De las cuales, β Comae Berenices es la más brillante del grupo. La misma es un astro amarillo muy parecido a nuestro sol, con una magnitud de 4.26 ubicada a más de 30 años luz de distancia.

De igual forma, esta constelación integra a la estrella α Comae Berenices o Diadem, un astro triple ubicado a 60 años luz del sol. Además, cuenta con el astro γ Comae Berenices, una gigante naranja con una magnitud de 4.4, ubicada a 170 años luz de nuestro planeta.

constelación Coma Berenices

Objetos del cielo profundo

Dentro de los limites de Coma Berenices se extienden una vasta cantidad de galaxias y objetos celestes de gran belleza. Tal es el caso del conocido Cúmulo abierto de Coma Berenices ubicado al norte de la constelación y a más de 270 años luz de distancia.

Por otro lado, la constelación Coma Berenices cuenta con la Galaxia del Ojo Negro M64, la cual contiene una gran cantidad de materia oscura a más de 44 millones de años luz de distancia. Además, integra a la galaxia lenticular M85, así como también las galaxias espirales M88 y M98.

De esta manera, los astrónomos consideran a la constelación Coma Berenices como una de las menos exploradas del cosmos. Por lo que, hoy en día es uno de los más grandes misterios del mapa estelar y se mantiene en continua investigación.