Dioses japoneses

¿Cuáles son los dioses japoneses?

El shintoísmo es la religión originaria de Japón, que tiene sus raíces fuertemente aferradas en el animismo. Practican una profunda veneración hacia los antepasados y hacia el entorno natural. En la idiosincrasia mitológica japonesa, kami viene a significar dios, aunque no siempre tienen las propiedades que les atribuimos a este tipo de entidades en Occidente.

Así pues, el panteón sintoísta presenta una gran cantidad de kami, la inmensa mayoría de ellos partes de la propia geografía. Al tratarse de una religión semi-animista, muchos kami son el propio espíritu de un río o una montaña. Así que, a diferencia de las mitologías indoeuropeas como la griega, romana y la nórdica, no existe una diferenciación clara entre lo que es un mito y lo que no. Puesto que el kami de un lugar específico y su historia mitológica pueden haber sido producto de una historia real y de una persona auténtica que mediante sus hazañas trascendió el título de simple mortal.

También es importante destacar que muchos otros kami encontraron su camino en la mitología japonesa a través de otras religiones, como el budismo, que fueron importadas desde China y Corea. Como es habitual, muchas de estos cultos se integraron en la cultura japonesa y tuvieron su propio lugar en el shinto.

Nakano Takeko
Ilustración por Feig-art

Panteón Shinto, todos los dioses japoneses

Sin duda el panteón shinto es demasiado numeroso para poder ser cubierto en un solo artículo (ya que cuenta con más de 8 millones de dioses japoneses). Los detalles del por qué ya han sido explicados con anterioridad, aunque debemos especificar que tal cantidad de dioses japoneses descienden de únicamente tres. En cualquier caso, en esta sección nos centraremos exclusivamente en algunos de los Grandes dioses japoneses de los mitos legendarios, así como alguna otra deidad sincrética desde otras religiones como el budismo.

  • Amaterasu Omikami: En lo más alto del panteón de los dioses japoneses. Se suele referir a ella utilizando simplemente “Amaterasu”. Es la diosa del Sol así como la antepasada de la Familia Imperial de Japón. Al menos según el shinto. Debido a esto se la considera la deidad principal de Japón, aunque de manera extraoficial. En el mito, Amaterasu se ocultó en una cueva, furiosa con su hermano Susanō. Así privó al mundo de su luz y calor, con lo que los otros Kami hicieron una treta para hacerla salir y devolverla al Plano Celestial.
  • Ame-no-Uzume: O simplemente “Uzume”. Es la diosa del amanecer, de la danza, la alegría y la fiesta. También la conocen como la Gran Persuasora. En el mito, ella es la encargada de bailar y hacer un gran jolgorio para atraer a la mikami Amaterasu fuera de su cueva. También colgó el espejo Yata-no-Kagami de un árbol para que Amaterasu se quedara prendida con su reflejo.
  • Futen: También llamado Fūjin. Es el dios del viento y además el más viejo de todos los dioses japoneses shinto. Tanto que se dice que estuvo presente cuando se creó el mundo. Se le representa con la forma terrorífica de un Oni (demonio) de piel verde llevando en sus manos una larga sábana que utiliza a modo de parapente. En el arte japonés se le representa a menudo junto a Raijin, el dios de los truenos, los rayos y las tormentas, con quien tuvo un acalorado combate antes de hacer las paces.
  • Hachiman: Es una deidad sincrética de la arquería y la guerra. Es el divino protector de Japón, de su pueblo, de la Familia Imperial y del Clan Minamoto. Debido a sus atributos guerreros, que adquiere tanto del shinto como del budismo, la mayor parte de los samuráis lo veneraban. Su símbolo es la paloma, que además era su mensajera.
  • Inari Okami: Es el dios o diosa de la fertilidad, el arroz, la industria, los zorros, el té y el sake, la prosperidad y el éxito. Se la representa como hombre o mujer andróginos. El culto de Inari se hizo muy popular durante el período Edo, tanto por sintoístas como por budistas. En esta época se había convertido en patrón de los herreros y de los guerreros.
  • Izanagi e Izanami: Son los dioses japoneses creadores del mundo. Son los últimos de la séptima generación de dioses japoneses, antes de la creación del mundo. Ambos eran hombre y mujer, hermano y hermana y marido y mujer. Izanagi removió las nieblas que eran el mundo con la naginata celestial, adornada con joyas. Así separó los cielos de las aguas. Junto a su hermana fueron los progenitores de muchos otros dioses japoneses, como Amaterasu, Susanō y Tsukuyomi. Así como creadores de las islas del archipiélago de Japón.
  • Kunitokotachi: Es uno de los tres dioses japoneses primordiales que nacieron del caos primordial. Estos tres dioses japoneses no eran ni masculinos ni femeninos. Kuninotokotachi, concretamente, nació desde la Tierra como un junco de bambú y ascendió hasta los cielos. Su residencia está en el Monte Fuji.
  • Ninigi-no-Mikoto: También llamado simplemente Mikoto. Es el nieto de Amaterasu, quien lo envió a la Tierra para pacificarla mediante los tres regalos celestiales: La espada Kusaranagi, el espejo Yata-no-Kagami y la joya Yasakani no Magama. Este kami fue el bisabuelo del Emperador Jimmu, el primer emperador. Y estos tres objetos son hoy en día parte del Tesoro Imperial de Japón. Para el shinto, estas reliquias son la prueba viva de que la Familia Imperial son los auténticos descendientes vivos de Amaterasu.
  • Ōkuninushi: En los textos sagrados se presenta a este kami como descendiente de Amaterasu. Además de ser el líder de los kunitsukami, o dioses de la Tierra, lo que lo convertía en el soberano original de esos dominios. Cuando Amaterasu y los demás dioses japoneses se dirigieron a la Tierra, se le pidió que renunciara a su derecho de gobernar. Ōkuninushi aceptó a cambio de ser el soberano del mundo invisible (kakuriyo), y se retiró a él.
  • Omoikane: Dios de la sabiduría y la inteligencia. Los demás dioses japoneses siempre le avisan en los concilios para que otorgue sus sabios consejos. Fue este el kami que urdió la treta para sacar a Amaterasu de la Cueva.
  • Raijin: También conocido como Raiden y Raikou. Es el kami de las tempestades, el trueno y el rayo. Al igual que el ya mencionado Fūjin, con quien tuvo una terrible pelea antes de hacer las paces, es representado como un Oni con expresiones faciales de terrible enfado. También se le representa montado en una nube tocando con fiereza unos tambores.
  • Ryūjin: El dios dragón. En algunas tradiciones es equivalente de Watatsumi, que tiene unos roles similares. Es el kami guardián de los mares y es capaz de convertirse en humano. Es un dios benévolo y se le considera patrón de Japón.
  • Suijin: Es el dios del agua de la mitología japonesa. Es la benevolente manifestación celestial y terrestre del agua. Es guardián de los pescadores, patrón de la maternidad, la fertilidad y los partos fáciles. Es una deidad grandemente reverenciada en Japón.
  • Susanō: Es el hermano menor de Amaterasu. Es un dios multifacético con características incluso contradictorias. Muchas historias lo representan intempestuoso y violento como el mar y las tormentas, mientras que otras lo pintan como un héroe capaz de asesinar una monstruosa serpiente, y otros cultos locales lo consideran un kami de la fertilidad y la agricultura.
  • Tsukuyomi-no-Mikoto: Es una de los tres hijos de Izanami e Izanagi. Hermana de Amaterasu y Susanō. Es la diosa de la Luna de la mitología japonesa, aunque poco se sabe de ella. Cuenta el mito que Amaterasu la ordenó preparar un festín, y para ello Tsukuyomi asesinó a Uke-mochi, la diosa de la comida, con la cual creó un festín exquisito. Amaterasu se enteró de este hecho y se enfadó tanto con su hermana que rehusó volver a mirarla, yéndose al lugar más alejado del cielo de donde ella estuviera. Este mito sirve de explicación para el Sol y la Luna y sus posiciones.
Tajima
Ilustración por Feig-art