Mitología Egipcia

La mitología egipcia es la colección de relatos, leyendas, cultos y tradiciones que se extendieron entre las poblaciones de la cuenca del Nilo desde el Neolítico hasta su prohibición en el 535 por Justiniano I del Imperio Romano de Oriente, que los historiadores modernos llaman Bizancio o Imperio Bizantino.

La religión del Antiguo Egipto se prolongó durante 3000 años, sufriendo todo tipo de cambios durante todo ese tiempo, así que al hablar sobre mitología egipcia nos estamos refiriendo a una tradición de muchos miles de años. En la que los mitos sobre los dioses eran adecuadamente modificados a conveniencia de sacerdotes y faraones.

Historia de la mitología egipcia

La historia del Antiguo Egipto es, en verdad, una historia sobre los comienzos de la civilización en la Tierra. Pueblos nómadas de Oriente Próximo se asentaron en las riberas del río Nilo. Este río tiene una particularidad, se desborda anualmente con una precisión pasmosa. Los egipcios sabían esto y lo aprovecharon para desarrollar uno de los sistemas de agricultura más avanzados de todo el mundo hasta la fecha. Este desbordamiento anual del Nilo es un tema clave en la mitología egipcia, puesto que su supervivencia y su propia cultura se habían desarrollado en torno a este hecho.

En general los cultos y cánones estéticos del Antiguo Egipto pueden ser divididos en dos etapas, el periodo predinástico y el periodo faraónico. Este primero correspondería al Calcolítico o Edad de Cobre, durante el descubrimiento y desarrollo de la agricultura. En este periodo Egipto no estaba unificado bajo una sola dinastía, y muchos reyes y sacerdotes locales ejercían el poder en sus propias ciudades.

Durante esta época se caracterizaron los fenómenos naturales, representándolos con formas humanas y animales, por ejemplo Horus, dios de los cielos con cabeza de halcón. Tras este periodo, en el que se formaron el Alto y el Bajo Egipto, hubo un proceso de unificación de ciertas divinidades, para dar una cohesión a toda la religión egipcia, formando así un sentimiento de unión nacional mediante la espiritualidad. No obstante, cada nomo o provincia trató de conservar sus propios dioses protectores para diferenciarse de los demás.

Podemos considerar a la religión egipcia como la precursora de la religión griega, y por tanto la precursora de toda la tradición occidental.

Mitología egipcia Dios anubis
Ilustración por Feig-art

Características de la mitología egipcia

Como ya hemos comentado, la mitología egipcia abarca un periodo tan extenso que es imposible abarcarlo en un solo artículo y es extremadamente complicado, debido no solo al tremendo sistema de creencias y su prolongación en el tiempo, sino a todas las influencias externas que empezaron a llegar a partir del siglo XVIII a.C. con la migración de gentes de la tierra de Canaán (hebreos entre ellos) y finalmente con la invasión de los hicsos o heqa khaseshet “gobernantes de países montañosos”.

Estableceremos pues, unas cuantas características clave dentro de la mitología egipcia.

  • La mitificación de fenómenos naturales como la lluvia, las crecidas del río o el desierto
  • La vida después de la muerte era un tema recurrente en la literatura mitológica egipcia. Un ejemplo de ello es el Libro de los Muertos, que no es un único texto ni existe una única versión. O los textos de las pirámides, que son una serie de conjuros y bendiciones para que el faraón pase a la otra vida.
  • El mundo se divide en tres regiones: Nun, el cielo, donde habitan los dioses, cuya diosa era Nut, que se representaba como una mujer arqueada sobre la Tierra. La Tierra, que es la morada de los hombres y del dios Keb, el creador, que se representa como un hombre tumbado bajo Nut. Y finalmente el Duat, o Reino de los Muertos, lugar donde gobernó Osiris y finalmente Horus. Es el lugar por donde Ra pasa la barca solar durante la noche. El dios de este lugar es Socar.
Mitologia egipcia
Ilustración por Feig-art

Dioses egipcios

Los dioses dentro de la mitología egipcia se sincretizaron y combinaron con innumerables divinidades tanto egipcias como extranjeras durante siglos, así que a la hora de hablar de un dios también tenemos que conocer sobre la historia de ese dios y del culto que le dio lugar. Aquí ofrecemos una pequeña lista de los dioses egipcios más conocidos:

  • Ra: principal dios de la mitología egipcia y su religión, representa al cielo y al Sol. Fue combinado con muchos otros dioses, como Atón y Amón.
  • Amón: dios celeste y creador. Desde el Imperio Nuevo acompañado por su mujer Amonet. Durante la XI dinastía ascendió a protector de Tebas. Y tras la expulsión de los hicsos ascendió a deidad nacional y se le fusionó con Ra. Los romanos y griegos lo consideraban equivalente a Júpiter y Zeus.
  • Isis: una de las principales deidades dentro de la mitología egipcia. Hace el papel de esposa y madre y es una de los protagonistas del mito de Osiris. Su culto se extendió prominentemente por el mundo grecorromano tardío. La cultura protocristiana la considera el equivalente a la Virgen María, así como Horus sería el equivalente de Jesucristo.
  • Horus: dios celeste, hijo de Isis y Osiris. Se le consideraba el iniciador de la civilización egipcia. Para los griegos era el equivalente de Apolo. Se le representa con cabeza de halcón.
  • Anubis: Tal vez uno de los dioses más famosos de la mitología egipcia. Anub en copto e Inpu en egipcio antiguo. Se le representa como un hombre con cabeza de chacal y un Ank en la mano izquierda y un cayado en la derecha. Era maestro de las necrópolis y los cementerios y patrón de los embalsamadores.
Gatos de la mitología egipcia
Ilustración de Feig-art

Mito de la creación de la mitología egipcia

En la mitología egipcia lo único que existía al principio era Nun, el océano primordial, donde se encontraban dispersos todos los elementos del cosmos. Esto fue así hasta que Ra tomó consciencia de sí mismo y se dio nombre y separó los cielos de la tierra. Con su aliento creó a Shu, el viento y con su saliva creó a Tefnut, la humedad. Les ordenó que fueran a ambos extremos de Nun, y justo en medio creó un lugar seco que emergió de entre las aguas, lugar que sería Egipto.

Ra continuó creando a las plantas y los animales. Mientras tanto Shu y Tefnut engendraron a Nut y Keb, el cielo y la tierra, los cuales se casaron también y engendraron a sus hijas las estrellas, dando lugar a la bóveda celeste.

Sin conocer qué había pasado con Nut y Keb, Ra mandó a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut y que le contasen lo ocurrido. Sin embargo, al no encontrar respuesta, volvió con Ra. Pero al ver que otro ojo había ocupado su lugar, este empezó a llorar, y de sus lágrimas nacieron los primeros hombres y mujeres. Ra cogió su antiguo ojo y lo puso sobre su frente, creando así el Sol.

Cada mañana Amón-Ra recorre los cielos en una barca que flota sobre Nut. Por la noche Nut se traga el Sol para renacer a la mañana siguiente. Tras las 12 horas en que está vivo el sol, Amón-Ra debe recorrer el Duat y enfrentarse a las fuerzas de las tinieblas, representadas por Apep (o Apofis en su versión griega), la gran serpiente cuyo objetivo era acabar con el orden cósmico devorando al sol. Cada mañana Ra derrota a Apep y amanece con el nuevo sol victorioso.

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