Harpías. Imagen de José Cabrera
Una harpía es un desapacible y horrible ser, en parte mujer y en parte buitre.
La parte de abajo de su cuerpo y las alas son de buitre, y el torso y la cara de mujer, específicamente de una hechicera. Su pelo es abultado, duro y enredado, como un estropajo, y tiene los dientes podridos. No acostumbran a llevar ropas y siempre y en todo momento están envueltas en un fétido fragancia. Son seres tan sucios que inficionan a otros seres al atacarles con sus garras.
Su lenguaje se apoya en una suerte de chillidos y cacareos muy desapacibles. No obstante, las harpías tienen la posibilidad de entonar, con bastante felicidad, un canto mágico con la capacidad de encantar a quien lo escuche, más que nada a humanos y semihumanos. Esta canción la emplean en el momento en que se ven atrapadas o en el momento en que desean captar pasajeros eventuales hasta su guarida.
Se recrean molestando a otros seres y animales, no obstante, son bastante cobardes, especialmente si están solas, con lo que acostumbran a escapar frecuentemente. Pese a ello, son muy vengativas y tienen la posibilidad de continuar a un enemigo a lo largo de km.
Harpía. Imagen de Ben Garriga
Sus guaridas están ubicadas en la línea de la costa y son, recurrentemente, grutas un tanto profundas y tan descuidadas que ningún animal se atreve a arrimarse. En ellas guardan ciertos bienes que se intercalan con toda la mugre. Estas guaridas contienen a unas diez o 12 harpías.
Las harpías tienen la posibilidad de ayudar ocasionalmente con humanos ejercitando de espías.