La característica principal a resaltar de Hera es que fungía como consorte de Zeus. En la mitología romana su contraparte es Juno. Era una de las hijas de Cronos y Rea. En su culto se le solía vanagloriar con los sacrificios de vacas en principio y posteriormente con el sacrificio de pavos reales.
Su personalidad es primordialmente vengativa, siendo esta una diosa que no deja escapar la oportunidad para hacer pagar a quienes considera como sus enemigos. En la mayoría de las oportunidades, se encargó de vengarse de todos los hijos de Zeus y de sus amantes.
Nacimiento de Hera
Sobre el nacimiento de Hera, el mito cuenta que Cronos y Rea fueron los responsables de engendrar a los dioses del Olimpo, pero Cronos estaba preocupado porque alguno de ellos le quitaría su poder, así que la solución que consiguió fue tragarse a cada uno de sus hijos.
De esa forma se tragó a los cinco dioses del Olimpo, menos a Zeus que fue salvado por Rea. Esta le ofreció a Cronos una roca envuelta en un pañal, Cronos pensó que se trataba de Zeus y también se lo tragó.
A Zeus en cambio, su madre lo escondió en una cueva en Creta. Después Metis le dio un brebaje a Cronos para que devolviera al resto de los dioses del Olimpo, y fue entonces como éste regurgitó a los cinco restantes: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón.
Primera deidad con templo techado
La diosa Hera es quizás la primera deidad que los griegos adoraron utilizando un templo techado, que utilizaron para honrarla. Ese primer templo se ubicó en Samos hacia el 802 a.C, sin embargo, luego de muchos años se cambió el templo por el Hereo.
Este nuevo templo llamado Hereo está situado también en Samos, aunque es de nueva data relativamente y se conoce como uno de los mayores templos de la historia. A lo largo de los siglos se construyeron otros templos dedicados a esta deidad del panteón griego, aunque no todos tuvieron la misma relevancia.
Misma ascendencia que Zeus
Hera, por ser consorte de Zeus, tenía las mismas características de poder y de abolengo, lo que quiere decir que ambos se encontraban al mismo nivel. En ocasiones Hera le recordaba a Zeus que ella tenía su misma estirpe y que tenía tanto poder como él.
Pese a ello, la diosa Hera siempre se relaciona más con las múltiples prácticas de venganza que ejercía sobre las ninfas y cualquier otra criatura mortal o inmortal que fuese perseguida por Zeus para hacerla suya. La maldad es parte de la naturaleza de esta diosa del Olimpo.
Otros nombres para Hera
Evidentemente la reputación de Hera no es nada buena, de hecho, hay ciertos epítetos con los que se le conoce para dejar claro cuáles otras características la definen. Entre los pseudónimos con los que también se le conoce resaltan “comedora de cabras”, “la que salva al guerrero” y “con cara de vaca”.
Otros nombres que no necesariamente reflejan su personalidad de venganza son: “la de los brazos blancos”, “la del trono dorado” y “la virgen”. Todos ellos son utilizados en la tradición mitológica griega para referirse a sus múltiples cualidades.
Matrimonio con Zeus
Según la mitología, Hera y Zeus se casaron y tuvieron varios hijos dioses también, siendo los hijos legítimos de esta unión: Ares, dios de la guerra; Hebe, diosa de la juventud; Ilitía, diosa de los partos; Hefesto, dios herrero y probablemente Enio, diosa de la destrucción de las ciudades.
Sobre Hefesto no está claro si en realidad es hijo del matrimonio o de Hera solamente, porque una leyenda destaca que Hera decidió engendrar por sí misma a Hefesto en represalia porque Zeus decidió engendrar él solo a Atenea.
Para conocer más sobre la vida de la diosa Hera, te recomendamos escuchar esta canción.