Según la mitología griega, Hestia es la diosa de la lumbre y de la vida en casa. Es una diosa completamente pacífica. Su presencia es importante en el panteón griego porque representa la estabilidad de una vida de hogar y en familia.
Hestia, la primogénita de Cronos y Rea
Es la primera hija de ambos titanes, y también la primera en ser devorada por su padre, quien tenía un severo miedo por que un hijo de él resultara ser más poderoso. Al ser la primera en ser devorada, fue la última en ser expulsada.
El vomitivo que le fue suministrado a Cronos para que expulsara a todos sus hijos luego de tragárselos, fue tan efectivo que logró soltarlos a todos sin ningún problema. Fue también la primera en recibir sacrificios, incluso antes que Zeus.
Los griegos devotos a ella incluso hacían sacrificios con vacas y otras especies animales para ofrecerlas a la diosa su respeto. Es increíble que ella sea una de las diosas más importantes de la devoción griega, incluso por encima de su hermano que posteriormente fue el líder de todos los dioses del Olimpo.
Hestia y su pasión por los burros
Parte de la mitología que habla sobre esta diosa, destaca que su animal preferido era el burro. Esto se atribuye probablemente a que Príapo intentó violarla en un momento al amanecer, pero Hestia despertó sobresaltada tras el rebuzno de un burro.
El burro rebuznó justo cuando su atacante se abalanzó sobre ella, lo cual le dio suficiente tiempo para escapar de las garras de su agresor. Luego de ese episodio, se volvió fanática de los burros, y desde entonces pidió que siempre estuviesen presentes en su vida.
En todas las festividades donde se celebra a la diosa, los burros son parte importante de la celebración, todo porque la diosa estaba realmente agradecida con el animal que la salvó de una violación.
Vínculos con la fundación de Roma
Resulta que Hestia era la tía de Ilia o Rea Silvia, el mítico personaje que llevó en su vientre a Rómulo y Remo. Según cuenta la historia, Hestia intervino ante el rey Amulio para que éste no matara a su sobrina que ya estaba embarazada de los gemelos.
En la mitología romana es llamada Vesta. Luego de transcurrido el tiempo, el hijo de Rómulo, Numa Pompilio quiso agradecer a la diosa Hestia por los favores recibidos por su abuela. Fue entonces cuando autorizó y ordenó la creación de las vestales.
Bajo ese nombre fueron conocidas las sacerdotisas que se encargaron del culto a Hestia o Vesta, como era conocida en el argot romano. A causa de un concepto equivocado, se cree que Rea Silvia era una de las vestales, pero según el momento de la creación de dicha legión, esa afirmación no podría ser certera.
Culto a Hestia
La celebración a esta diosa es bastante extendida, ya que de ella depende la vida familiar y conyugal. Como diosa garante de la familia debe velar porque todo funcione correctamente. Hestia envió su protección no solo a los hogares de los pueblos, sino también a la casa de gobernantes.
Según su mitología, la diosa Hestia bendijo a todo el universo, asumiendo que un fuego sagrado y místico era el que se encargaba de dar vida a todo lo que conocemos como naturaleza.
En ocasiones el culto a Hestia se confundió con el de otras diosas muy importantes como Cibeles, Gea, Artemisa o Deméter. Aunque el culto a estas diosas no debe confundirse en lo absoluto con Hestia.
El culto a Hestia se basa básicamente en el papel del fuego en la vida moderna. Ese mismo fuego Prometeo lo robó para dárselo a los humanos.
¿Quieres conocer más a Hestia? En esta canción te cuentan su historia.