Homúnculo

La tienda de los homúnculos. Imagen de Aldo Katayanagi

Un homúnculo es un diminuto ser desarrollado artificialmente en un laboratorio.

La creación de estos seres se genera por medio de un ritual en el que se precisa material genético del constructor, comunmente sangre y algún trozo de piel, que se intercalan con una poción particular a partir de arcilla, cenizas, raíces de mandrágora y agua de manantial.

El resultado es un calco idéntico en forma al constructor, pero de unos 8 centímetros de altura.

Los autores tienden a ser alquimistas o magos que emplearán al pequeño ser como ayudante de laboratorio o como sirviente. Asimismo hay homúnculos que fueron utilizados como espías y mensajeros, si bien o sea mucho más bien difícil puesto que la mayor parte de los homúnculos charlan un lenguaje propio que solo el constructor entiende.

La relación constructor-homúnculo es muy angosta, con una enorme empatía que deja al constructor entender si el homúnculo está triste, herido, furioso o alegre. Acostumbran a desarrollar asimismo un cierto nivel de telepatía.

HomúnculoNacimiento del homúnculo. Imagen de Mathias Kollros

Estos seres se nutren de la sangre de su constructor y precisan tomarla todos y cada uno de los días cuando menos 3 ocasiones. Para succionar la sangre horadan el pezón de su amo y se nutren a lo largo de la noche, mientras que este duerme.

Si el constructor muere, el homúnculo asimismo lo realiza, puesto que solo la sangre de su amo puede dar de comer al diminuto ser.

Tienden a ser seres muy traviesos, algo torpes y, en ocasiones, son mucho más un estorbo que una asistencia en el laboratorio. Su carácter y personalidad son muy similares a los del constructor. Si el mago es maligno o benevolente, el homúnculo asimismo lo va a ser.

Podría decirse que otra función del homúnculo es accionar como “perro guardián”. Precisan reposar escasos minutos, conque pasan la noche dando vueltas por el laboratorio y observando.

Si se ven conminados tienen la capacidad de escupir una suerte de fango venenoso como defensa, al que su amo es inmune.

El primer homúnculo que se conoce en la historia fue el elaborado por Paracelso, que deseaba probar que la arcilla es el extracto del que nacen todas y cada una de las cosas y, asimismo, el cuerpo humano.