Huitzilopochtli es una de las deidades principales para los mexicas, aunque también es realmente importante para los originarios del panteón azteca. Su importancia viene de ser considerado una divinidad asociada al Sol.
Según se narra en la leyenda que ronda a este personaje, Huitzilopochtli es hijo de la diosa de la fertilidad, llamada Coatlicue y del dios del sol, también conocido como Sol Viejo y en el idioma nativo Tonatiuh.
Esta divinidad es conocida por los mexicas, aztecas y los actuales mexicanos bajo otros nombres como Ilhuicatl Xoxouhqui o Tlacauepan Cuexcotzin. Al momento de la llegada de los españoles al territorio mexicano, esta era la deidad más venerada en el Altiplano Central. Estas alabanzas al dios Huitzilopochtli eran obligatorias e impuestas por las tribus de los mexicas.
Huitzilopochtli en la creación del estado mexicano
Algo interesante sobre esta deidad es que tiene un papel protagónico en la creación de México como región como la conocemos hoy. Este mito de la creación de México aparece representado en la actual bandera y en el escudo vigente como símbolos patrios del estado mexicano.
Huitzilopochtli ordenó fundar México-Tenochtitlan en el lugar donde los mexicas encontraran un águila que portara el Atl-tlachinolli que era una especie de simbolismo que significa el agua que se quema. El águila debía estar posada sobre un nopal y tener otras características representativas para que pudiera ocurrir la fundación de México.
Durante la época de la colonización de los españoles, éstos intentaron satanizar el culto a Huitzilopochtli, ligándolo a dioses malignos que eran propios de la cultura europea. Del mismo modo, se encargaron de desaparecer esculturas, templos, códices y otros productos que tuviesen que ver con este dios, con la intención de eliminar por completo su culto entre las poblaciones indígenas del territorio donde hoy se erige México.
Según las historias que se cuentan sobre esta deidad, se le reconoce desde hace algún tiempo como el hermano menor de Tezcatlipoca. Cada una de estas deidades tenían entonces una fiesta consagrada para ellos, así como también diferentes tipos de cultos y de seguidores.
Nacimiento de Huitzilopochtli
Según la mitología azteca, tolteca y mexica, el nacimiento de Huitzilopochtli ocurrió a partir de una deidad realmente importante de esta mitología, que no es otro que Coatlicue o también llamada Madre Tierra. Según se cuenta en los textos encontrados sobre la vida de este dios, la madre tierra habría quedado embarazada a consecuencia de una bola de plumas o de algodón azulino que aterrizó desde el cielo.
Los 400 hermanos de el dios Huitzilopochtli decidieron ejecutar al niño al nacer por no ser considerado hijo legítimo de su padre, el dios Mixcóatl o Ometecuhtli. Pese a la decisión que habían tomado sus hermanos, el pequeño niño al nacer, tomó el arma conocida como Xiuhcóatl y venció a sus hermanos fácilmente matándolos sin mediar palabras. Con la muerte de todos sus hermanos, Huitzilopochtli tomó la cabeza de una de sus hermanas y la lanzó al cielo para que fuese la regente del cielo nocturno, es decir, la diosa de la luna. Mientras Huitzilopochtli sería el dios del Sol.
Este evento era celebrado por los pueblos aztecas, toltecas y mexicas en determinado momento del año, que según el calendario juliano corresponde al 9 de diciembre. Entretanto, para el calendario gregoriano que utilizamos hoy día, la fecha sería el 19 de diciembre, cambiando al 18 del mismo mes cuando es año bisiesto.
Diferente a lo que se pueda pensar, esta deidad no tiene ningún origen comprobable, por lo que las culturas más cercanas a nuestra era lo agruparon junto a los cuatro Tezcatlipocas, identificándose según esta connotación como el Tezcatlipoca Azul, cuyo reino sagrado era el sur.
