Juno

En la mitología romana, Juno era la esposa y hermana de Júpiter. Del mismo modo, era hija de Ops y Saturno, siendo su equivalente en la mitología griega, Hera. Ella era la diosa romana del matrimonio, así como también reina de los dioses. Es de recordar que su esposo, Júpiter, era el dios de los dioses, lo que la convierte en diosa de los dioses. 

Forma parte de la tríada capitolina que agrupa a Júpiter, Juno y Minerva, como padre, madre e hija. Para los romanos estas tres figuras eran las más importantes del panteón mitológico de la cultura romana. Esta diosa también representaba, por consiguiente, la maternidad de las mujeres en ese período fértil. 

Aunque en un principio, la diosa Juno era asociada a Diana, que es la diosa virgen de la naturaleza, de la caza y protectora de las mujeres en su estado de doncellas; al final, Juno adquirió características propias de mujer casada y dedicada al hogar, al estar emparejada con Júpiter. De manera que Juno representa a la mujer en esa etapa de su vida. 

Etimología de su nombre

Ciertos pueblos que se erigieron en el centro de lo que hoy es el territorio italiano, fueron conocidos como etruscos. Estos pueblos tienen un origen desconocido, en realidad es muy poco lo que se conoce de estas culturas, más allá de que posteriormente se anexaron al imperio romano, o bien, ese imperio se hizo de estas tierras y estos pueblos. 

En ese sentido, los etruscos tenían su propia cultura y mitología, según esta realidad, la diosa homóloga de Juno era Uni, aunque no se tiene exacto conocimiento sobre cuál fue la diosa original. Según algunas poesías épicas, el personaje original habría sido Juno, sin embargo, otros investigadores aseguran que la primera en erigirse fue Uni. 

La teoría de que primero se popularizó la figura de Uni antes que la de Juno, queda completamente descartada cuando se evalúan los principios fonéticos y etimológicos del nombre de la diosa romana. Sobre Uni no se tiene gran información, pero de Juno se sabe que su nombre podría tener relación con la raíz protoindoeuropea “yeu”.

Multitud de nombres y funcionalidades

Juno, al igual que muchos otros dioses de esta y otras mitologías, ostentaba gran cantidad de nombres y epítetos que representaban cada función y rol que cumplía la diosa en su entorno. 

Desde epítetos muy específicos, a otros utilizados solo en un aspecto de la vida, los diferentes nombres de la Juno no necesariamente se utilizaron en medio del culto a esta diosa, sino que por el contrario, muchos de ellos pudieron utilizarse como simple recurso literario para referirse a ella. 

En cuanto al área del matrimonio, la diosa Juno era conocida con tres nombres diferentes. Cinxia era uno de estos nombres, que quería decir “la que pierde la faja de la novia”; también se le conoce como Dominuca que quiere decir “la que lleva a la novia a su nuevo hogar”. Finalmente Interduca era su tercer nombre para identificarla como “la que lleva a la novia al matrimonio”.

Otros epítetos para Juno eran Caelestis o “la celeste”; Lucina, que significaba “la que trae niños a la luz” y Lucetia, que es “la que trae luz”, esto es honor a su función como matrona de las mujeres parturientas. Es de recordar que una de las funciones de Juno era el alumbramiento de nuevos seres humanos. 

Ossipagina también era otro de sus epítetos, por el cual se le podía nombrar como “la que moldea los huesos” o “la que fortalece los huesos”. Pomona o “de la fruta”, Pronuba o “matrona de honor” y Regina o “la reina”, eran otros de los nombres con los cuales se le podía conocer a diosa romana Juno.