En la mitología maya, Kukulkán es un dios relacionado con la deidad de la Serpiente Emplumada, un culto de los más antiguos de Mesoamérica. De hecho, comparte similitudes con el dios azteca Quetzalcóatl. Tiene relación con el viento, el agua y las lluvias. Los mayas chontales de Tabasco lo llaman Mukul Chan y entre los quichés se le conoce como Gucumatz. Todos estos nombres pueden traducirse como “Serpiente Emplumada”.
El origen de esta deidad se sitúa mucho antes de la aparición de los pueblos mayas, algunos investigadores consideran que su origen es tolteca u olmeca. Entre los mayas, el monumento más destacable a este dios es el Templo de Kukulkán de Chichén Itzá, del pueblo itzá. Durante los equinoccios, la sombra de las faldas de la pirámide se refleja en el saliente de la escalera, provocando el efecto óptico de una serpiente descendiendo por el templo.
En el Popol Vuh, aparece como uno de los dioses creadores del mundo. Sin embargo, en otras crónicas mayas, Kukulkán, es un dios conquistador que llegó de poniente, cruzando el océano. Este dios se convirtió en monarca y caudillo de los pueblos mayas a finales del siglo XI. Kukulkán guió a su pueblo y los llevó hasta Yucatán, donde fundó la civilización maya. La línea entre el rey legendario y el dios es más bien difusa y no se tiene claro si es un mito o una interpretación mítica de hechos reales.

Mito de Kukulkán
Hoy en día se siguen contando historias sobre Kukulkán, ya separado de la antigua religión maya. Una leyenda cuenta que Kukulkán es un muchacho que nació con la forma de una serpiente. Al ir creciendo le salieron plumas y se percató de quien realmente era, así pues se ocultó en una cueva y su hermana lo cuidó hasta que creciera. Cuando Kukulkán alcanzó tal tamaño que su hermana ya no era capaz de alimentarlo, este salió volando de su cueva, rumbo al mar, provocando un terremoto a su paso. Se dice que cada mes de julio Kukulkán produce un terremoto para que su hermana sepa que sigue vivo.
Otras versiones folclóricas yucatecas modernas dicen que Kukulkán era la serpiente emplumada, y que voló hasta el Sol para hablar con él. Sin embargo, el Sol en su altivo orgullo, no solo no le devolvió la palabra sino que quemó su lengua. Estas versiones también dicen que Kukulkán viaja delante del dios de la lluvia Chaac, ayudando a producir sus lluvias con su cola, que provoca los vientos y las tempestades.
El mito antiguo, sin embargo, cuenta que Kukulkán fue uno de los encargados de la creación del mundo. Kukulkán creó la vida a partir del agua, y junto a Tepeu y Hurakán crearon a los primeros hombres desde el barro. Estos hombres eran poco estables, se desmoronaban, y no podían rendirles culto. Así pues llamaron a más dioses para que se unieran en su misión de crear al hombre. Los siguientes eran de madera, pero estos hombres no tenían alma ni sentimientos y no servían para la veneración. Finalmente, la diosa Ixmucané se les unió y consiguieron crear al hombre a partir del maíz.