La historia de Kunitokotachi es interesante, dado que, según la mitología japonesa, este personaje habría nacido de los juncos que se crearon entre la tierra y el cielo, una vez que estos dos últimos emergieron del caos. Según la mitología japonesa, el principio del mundo se creó a partir del caos, de modo que a partir de allí creció el cielo que hoy conocemos, así como también lo hizo la tierra.
Después de aquello, la figura de Kunitokotachi nació a partir de lo que quedó en medio de los dos. Para la mitología japonesa este es un personaje realmente importante en el universo. Es catalogado como un hitorigami, es decir, como un ser que se creó en solitario, nació solo. Del mismo modo, es descrito como una deidad sin género, aunque en algunos textos es considerada una figura masculina.
Kunitokotachi, Primera de las tres divinidades
Como ya hemos mencionado, Kunitokotachi nació justo después de la formación del cielo y de la tierra a partir del caos. Y posteriormente esta deidad lo hizo de un junco. El caso es que Kunitokotachi es el primero en nacer, después de las tres primeras deidades que se crearon tras el principio de la tierra.
Según la mitología japonesa, al principio de todo, aparecieron tres dioses para dar inicio al ciclo de la creación. El primer Dios fue Ame-no-mi-naka-nushi-no-kami que quiere decir “El Señor del Augusto Centro del Cielo”. El siguiente dios que nació luego del florecimiento de la tierra y el cielo, fue Taka-mi-musuhi-no-kami que quiere decir “Divinidad de la Augusta Energía Vital.
Finalmente, el tercer dios que nació al principio de este ciclo sería Kami-musuhi-no-kami, también llamado Divinidad de la Divina Energía Vital. Del brote del junco, Kunitokotachi fue el primero en nacer, siendo el segundo Ame-no-toko-tachi-no-kami, que quiere decir “el que permanece eternamente en el cielo”. La mitología nos cuenta que la morada de este Dios se encuentra en el monte Fuji.
La afiliación de Ame-no-minaka-nushi-no-kami y Kunitokotachi
Según la leyenda japonesa contada algún tiempo después, la figura de Kunitokotachi se interpretó más con la de Ame-no-minaka-nushi-no-kami, que es concebido como la raíz del universo y el universo mismo.
El mito narra que, después de crear el universo a partir del caos, en conjunto con otros dos dioses llamados Kami-musumi-no-kami y Takami-musubi-no-kami, se escondió para dar paso al resto de los dioses que se encargarían de dar vida al resto de las cosas que conocemos hoy.
Este dios es interpretado como una deidad realmente importante para el resto de la mitología japonesa. Junto con los otros dos dioses a los que se le adjudica la responsabilidad de la creación del universo, reciben el nombre de Zouka Sanshin, que traducido al castellano significa los tres creadores.
Según muchos textos e historias que han sido recogidas con el pasar del tiempo, de los años y de las eras, los japoneses consideraban a Kunitokotachi como el dios principal entre estas tres deidades, y por ende, como el dios más importante de todo el universo.
Para complementar el mito de la creación del universo, de la tierra y del mundo todo, este primer dios en conjunto con los otros dos que conforman a los tres creadores, serían los responsables de otorgar a la joven pareja Izanami e Izanagi, la oportunidad, posibilidad y responsabilidad de crear el mundo, las tierras y todo lo conocido, a partir de una lanza decorada con gemas preciosas.
No es un dios corpóreo, aunque generalmente se le suele representar como un hombre japonés con ropaje del tipo túnica, que lleva en su cuerpo. Cuenta con una espada que está enfundada de forma que se percibe como si estuviese atravesando sus piernas de un lado hacia el otro.