Era en definitiva el dios de dioses para los celtas. Lugh como dios del Olimpo celta es propiamente la deidad más importante, representativa y venerada por esa cultura. Su poder indiscutiblemente era ilimitado, podía hacer cuantas cosas él quisiera porque además tenía el poder para hacerlo.
Según la mitología celta, Lugh era la divinidad de los bosques. No es muy descabellada la idea de ser guardián de los bosques, dado a que se representa como un joven apuesto y fuerte. A diferencia de otros dioses predominantes en el olimpo de otras mitologías, Lugh era joven y simpático.
También cuenta la historia celta que Lugh se encargó de ser patrono de la tierra, así como de los artesanos y por supuesto, de las artes manuales. Se le atribuyó, del mismo modo, la virtud de ser patrono de los viajes y de la acuñación de la moneda para comerciar; por consiguiente, también es el patrono del comercio propiamente dicho.
Etimología de Lugh
Es interesante destacar que el nombre de esta deidad celta proviene de una palabra indoeuropea. El significado de esta palabra en específico, es variado. En algunas muestras de cultura se destaca que tiene que ver con la luminosidad y el color blanco. En otras escrituras se asegura que se relaciona más que todo con el cuervo.
El cuervo precisamente es el animal que le acompaña en cada travesía. A propósito de ese fiel acompañante y amigo, se le atribuye el cuervo como el animal que lo representa. Por lo general se solían venerar en su nombre.
Un culto a Lugh
Algo interesante a resaltar es la calidad de los cultos a esta deidad celta. El caso es que la mayoría de las personas que se encargaban de alabarlo, se ubicaron en la antigua península ibérica.
Las personas que le rendían pleitesía, solían hacerlo en las festividades de verano, cuando dedicaban festivales a este dios. En algún momento, Lugh fue reconocido como dios del sol y por ende de la energía que necesitan los cultivos para ser cosechados. Es por esta razón que las personas solían hacer festividades en su nombre.
Estas reuniones donde se pedía por la salud y productividad de los cultivos, se realizaban por lo general, en la noche. Las personas por entonces pensaban que mientras se hicieran este tipo de cultos en las noches, los dioses tendrían el resto de esta temporada para hacer de los cultivos un campo fértil que se pudieran recoger en la mañana siguiente.
También es importante explicar que los festivales ocurrían en verano porque era ese momento del año cuando los cultivos necesitaban de la energía solar y de la protección de los dioses para darse de la mejor manera y no dañarse o enfermarse. A este festival se le conocía como Lughnasadh.
Genealogía de Lugh
La familia de deidades que se desprende de Lugh es bastante amplia. En primer caso, este dios recibe tanto el apellido de su madre que es Ethlenn; como el de su padre que es Cian. Algo interesante de este Dios es que es nieto directo y materno del fomoriano Balor.
Por cierto, en la batalla de Mag Tuired Lugh es el encargado de vencer a Balor, por lo que el rey de los fomoré muere en este incidente. El hijo de Lugh termina siendo el héroe Cúchulainn. Los nativos pensaban que el hijo del dios era una reencarnación suya.
Lugh tenía un padre adoptivo, que era el dios marino Manannán. Entre las posesiones mágicas con las que cuenta este Dios pra defenderse de todo, se encuentra la feroz lanza imparable, la honda y la espada llamada Fragarach. Del mismo modo, es dueño de una encarnación fantasma a la que le llama la barredora de olas.