Mantícora. Imagen de Kiki M. R.
La mantícora es un ser monstruoso con cuerpo de león, alas de murciélago y cabeza humana.
Hablamos de una criatura no bastante capaz pero muy fiera y vigorosa. Su cabeza es la de un humano, con barba, espesa cabellera leonina y una dentadura muy afilada. Las alas son las de un colosal murciélago y el resto de su cuerpo es el de un león enorme salvo la cola, cuya parte final está rematada por un aguijón muy semejante al del escorpión y con púas venenosas. Puede medir unos 5 metros de largo y hasta 3 de prominente.
Es un ser carnívoro y tiene prioridad por la carne humana. En el momento en que tiene necesidad de comer agrede a sus víctimas soltando las púas de su cola que actúan como dardos venenosos. Una vez desgastada la víctima es simple que sea atrapada por las afiladas garras de la mantícora, que procurará siempre y en todo momento mantenerse en el aire para recibir los mínimos daños.
Mantícora en el horizonte. Imagen de Nick Black
Estas criaturas engloban territorios muy extensos de unos 50 km, comunmente bosques. Se emparejan para toda la vida y cuidan de su descendencia. Los perros chiquitos de mantícora no tienen la posibilidad de volar hasta el momento en que se hacen mayores. Un cachorro puede ser adiestrado con bastante esfuerzo pero nada garantiza que siendo adulto obedezca, en verdad, una mantícora no deja ser utilizada como montura.
Las mantícoras son seres desalmados que, de forma frecuente, se asocian con otros seres malvados para conseguir una recíproca protección.
