Mitra es un dios persa, es decir, no proviene especialmente de los romanos, sino que fue adquirido por esa civilización, a partir del culto que se le rendía en la India. En primer momento, se puede decir de este, que era el poseedor de la verdad. Su culto en Roma apareció muy tarde, según narra la historia sobre este personaje.
Los romanos desarrollaron en torno a la figura de este Dios, una increíble religión denominada Mitraísmo. Hay teorías que sostienen que probablemente el cristianismo presente en casi todo el mundo, tiene elementos que provienen del propio Mitraísmo, como por ejemplo la relación con el nacimiento de Jesús entre el 24 y el 25 de diciembre. No hay bases comprobadas para llegar a afirmar estas teorías.
Lo que sí es comprobado es que el Mitraísmo llegó a competir con el cristianismo hasta el siglo IV, cuando finalmente este culto al dios, quedó atrás.
Algunos autores incluso se atreven a afirmar que Mitra es el propio antecesor de Cristo, si se toma en cuenta que el culto a este dios estuvo extendido en muchas regiones del continente europeo, justo antes de que la creencia cristiana se apoderara de casi todo el mundo.
Orígenes del culto a Mitra
Los orígenes de este dios se remontan a la era de la mitología persa y su panteón iranio. En ese momento, era adorado como un dios protector de los contratos y de los juramentos. En el siglo I d.C llegó este culto a Roma, en medio de una revolución de nuevas interpretaciones de fe y nuevas deidades por alabar.
En diversas oportunidades el mitraísmo, que fue la religión que comenzó a generarse a partir del culto a esta deidad, se arraigó en la sociedad romana, y en múltiples oportunidades fue desplazado por el cristianismo hasta que finalmente, en la época del emperador Teodosio, se declaró el cristianismo como religión oficial de Roma y se abandonó por completo el culto a Mitra y con ello el mitraísmo.
El dios solar y salvador
El mito más importante de Mitra narra cómo este nace de una roca en sus orígenes, gracias a esta creencia es bautizado como el “deus ex petra natus”. En el nacimiento aparece sosteniendo una daga y una antorcha en sus manos.
Una vez que nació, el sol salió para todo el mundo y creó una sequía que convirtió al mundo en un lugar inhóspito y estéril, así que el dios Mitra se enfrentó a él, y luchó con todas sus fuerzas hasta vencerlo. El castigo para el sol fue que Mitra se identificara con él y lo hiciera suyo, su propio amuleto y representación.
Pero, aunque Mitra es considerado como una representación del Sol, él no es el sol en un sentido físico, sino que lo es desde un punto de vista justiciero. Es el sol de la justicia, si se puede llamar bajo ese nombre.
Mito de Mitra: La matanza del toro
Otro de los mitos característicos de este dios Mitra, es la matanza del toro. Este mito narra la historia de cómo se enfrentó a un toro después de que lo raptara por órdenes del sol. La tarea era asesinar al toro, pues de él saldrían las virtudes que ayudarían a los humanos a tener una vida mejor en la tierra.
De esta forma, luchó con el toro y lo mató con su propia daga, al tiempo que un escorpión se comía los testículos del animal y un perro mordía su cuello. Al estar el toro en el suelo, ya casi pereciendo, comenzaron a brotar del cuerpo y de su sangre, las diferentes hierbas y plantas que reverdecieron al mundo.
De la médula ósea salió el trigo para alimentar a los humanos en la tierra. Y de las venas del animal salió la vida. Después del sacrificio del toro, él y el sol tienen un gran banquete sobre el lomo del toro sacrificado y finalmente Mitra es elevado hasta los cielos para compartir junto al sol, el dominio universal.
