Roc negado. Imagen de Grzegorz Rutkowski
Los rocs son aves colosales que habitan en zonas cálidas y montañosas.
Físicamente son como gigantes águilas con un plumaje cobrizo y dorado. Ciertos rocs asimismo tienen la posibilidad de ser completamente colorados o negros pero, con independencia de su color, absolutamente nadie se alegra de observarlos en tanto que son considerados portadores de pésimos augurios.
Tienen una fuerza colosal con la que elevan a sus presas, aun del tamaño de un elefante, por los cielos.
Tienen un apetito insaciable, con lo que precisan apresar muchas veces. Para esto, el roc se eleva a unos cien metros de la extensión de la tierra, divisando de esta manera a cualquier viable presa y, una vez la halla, se arroja en picado y la golpea con sus garras hasta dejarla inconsciente. Entonces la eleva hasta su nido para devorarla con calma. Si no logra dejarla inconsciente regresa a pegar, pero en esta ocasión con el pico.
Rocs contra el mago. Imagen de Raymond Swanland
Sus nidos están en las mucho más altas montañas y están construidos con árboles y ramas. Estos nidos acostumbran a estar realmente bien protegidos por los rocs, que no dudarán en agredir ferozmente si ven conminado el nido.
Los rocs tienen la posibilidad de ser domados por los colosales. Si los colosales son benevolentes no van a dejar que sus rocs ataquen a los pobladores de las ciudades ni a sus animales familiares o ganado. Los enanos, que tienen sus minas muy cerca de los nidos de rocs, han fracasado en sus varios intentos por domesticarlos.
Las plumas de los rocs tienen la posibilidad de emplearse para la elaboración de alfombras voladoras.