Troll. Imagen de Pavel Romanov
Un troll es un horrible con aspecto humano que se identifica por su aptitud de adaptación y regeneración.
Físicamente es un engendro bastante desapacible. Su piel es un pellejo irregular de color azul, gris o verde. Sus ojos son oscuros y hundidos. Mide entre 2 y 3 metros y puede desarrollar una gran fuerza.
Los trolls tienen la posibilidad de caminar erguidos pero levemente inclinados y, pese a su posición, son seres muy diligentes y unos geniales escaladores. Aparte de su habilidad y colosal fuerza, los trolls tienen mucho más virtudes sobre otros seres, como la infravisión y su creado sentido del olfato.
Su punto enclenque es la luz. Si se dan a conocer a lo largo de unos minutos a luz del sol se convierten en piedra, con lo que no tienden a ser una amenaza en pleno día, si bien sí durante la noche.
Las hembras son mucho más fuertes, de mayor tamaño y mucho más listas, cosa que no es realmente difícil ya que un troll tiene una sabiduría bastante escasa.
Los trolls son contrincantes nada infames que atacan siempre y en todo momento con sus garras o con la boca, sin importarle el tamaño y fuerza de su contrincante. Un troll jamás tiene temor. Este suceso es comprensible si se tiene presente la impactante aptitud de regeneración que tienen.
Trolls. Imagen de Chris Kuhlmann
Su piel muestra características plásticas inusuales que les dejan regenerarse de manera rápida, aun en el momento en que caen moribundos. Su algún integrante de su cuerpo es amputado prosigue la pelea por su parte y, en el final de la guerra, se une nuevamente al leño para regenerarse. Únicamente el ácido y el fuego tienen la posibilidad de ocasionar lesiones permanentes.
Los trolls habitan en grutas cuya entrada cubren de peñascos para complicar el paso a intrusos. Si no hallan una gruta se instalan en orificios subterráneos tapados con hojas y ramas, de tal modo que quedan inapreciables.
Estos seres viven en conjuntos de 3 a diez trolls, con un líder que tiende a ser una hembra troll. Este liderazgo se establece a través de varias luchas. El troll que no gana el combate es amputado de alguna una parte de su cuerpo, en forma de castigo.
