Valquiria. Imagen de Simon Zhong
Las valquirias son diosas de la mitología norteña, hijas de Odín y poderosos fantasmas guerreros.
Tienen el aspecto de una muchacha y hermosa guerrera norteña; alta, con marcada musculatura, ojos enormes y azules, pelo rubio, largo y trenzado. Les agrada ir vestidas con cascos de guerra con cuernos.
Acostumbran a cabalgar a lomos de caballos voladores y son unas amazonas fantásticas. Son hábiles con la lanza, con el arco y con la espada. Su fuerza es sobrehumana, divina, exactamente la misma su resistencia y agilidad.
Habitan entre el chato de los vivos y el de los dioses, popular como Asgard. En este chato hay un rincón llamado Valhalla, el salón de los fallecidos en combate, donde son recibidos los héroes que mueren a lo largo de una guerra.
Las valquirias intuyen la desaparición de los guerreros valientes, tal es así que en el momento en que se libra una guerra se muestran en el chato de los vivos. Desde el cielo contemplan la pelea y en el momento en que esta llega a su fin las valquirias escogen a los fallecidos que van a ser conducidos hasta el Valhalla. Pero no solo acompañan a los fallecidos en su viaje a Asgard, sino asimismo los cuidan a lo largo de su estancia en el Valhalla, así como lo dispone Odín.
La valquiria y el héroe. Imagen de Pablo Fernández
Las valquirias están capitaneadas por Brunilda, la mucho más fuerte y vigorosa de las valquirias. En el momento en que descienden de los cielos y hallan una guerra Brunilda las dirige y las lidera.
Brunilda tiene la aptitud de transformar a las valquirias en musas de la guerra, inspirando a los guerreros para pelear, incrementando su sed de sangre, y haciéndolos ingresar en frenesí, de forma que no sienten mal ni sangran por sus lesiones. Una vez acaba el combate el frenesí desaparece y el guerrero muere.
Diríase que ciertas valquirias pasan enormes temporadas en el chato terrestre, dejando su frecuente forma de guerrera fantasmal para vivir bajo la manera de un colosal y hermoso cisne.
