Básicamente Xipe Tótec era el dios de la primavera para los pueblos aztecas y náhuatl. Su traducción al español quiere decir “nuestro señor desollado”, pues proviene del vocablo xipehua que quiere decir pelar o quitar la piel. Esta es una deidad representativa de la vida y la de la muerte, así como también de la resurrección según la cultura mexica. Del mismo modo, es interpretado como un dios de la agricultura, del este, de las enfermedades y de los orfebres.
Xipe Tótec también es representativo de la juventud y de la aurora, del maíz tierno y de la renovación en todos los sentidos. La regeneración espiritual de la naturaleza, abandonar todo lo que no sirve ya para dar paso a lo nuevo y a lo que va a renacer, esa es la función del dios Xipe Tótec según la mitología azteca.
Según la historia cosmológica de la creación azteca, el dios Xipe Tótec es el Tezcatlipoca rojo, aunque su origen es Yope, cultura de la cual fue tomada esta deidad; al mismo tiempo que es la personificación de una deidad zapoteca.
Xipe Tótec en la representación artística
Como esta es la deidad de la renovación, se le asocia con la piel de los animales, en alusión a que todos los animales necesitan cambiar la piel para crecer y evolucionar. Todos los animales incluidos los seres humanos. En ese sentido, Xipe Tótec es representado con un sonajero que llama a la lluvia, colocada en su mano. A este objeto se le llama Chicahuaztli.
Se le puede ver envuelto en la piel desollada de un ser humano y en algunas figuras compuestas por atributos animales. Los colores más representativos de este animal son el amarillo por uno de los lados, y por el otro lado el color leopardo.
En cuanto a su atuendo en general, está vestido con unas faldetas verdes que llegan hasta las rodillas, que también están decoradas con caracolitos que están pendiendo de las mismas faldetas. Tiene capillo de diferentes colores con borlas que le cuelgan hacia la espalda.
Lleva los cabellos trenzados en dos partes. Sus orejeras son de oro y tiene un cetro que sostiene con ambas manos. En la cara tiene una especie de máscara estirada que recubre todo su rostro vivo debajo de ella. La máscara es de diferentes colores que pueden hacer juego con el capillo y los demás elementos de su atuendo. El dios es representado exactamente como la muerta piel envolvente sobre el dios que vive en el interior de la persona viva.
Como todas las deidades que se relacionan con el maíz, Xipe Tótec también es una deidad estrechamente relacionada al color rojo, es por eso que en otra de las versiones que tiene que ver con su nacimiento, se le reconoce como el Tezcatlipoca rojo. La piel que usaba el dios Xipe Tótec encima de su propia piel, era de una víctima humana y representaba la nueva piel con la que se viste la primavera cuando recién se está instalando en la tierra.
Los sacrificios humanos en honor a Xipe Tótec
Durante el mandato del emperador Axayácatl entre 1469 y 1481, los mexicas adoptaron a Xipe Tótec como su dios omnipotente y omnipresente, pues lo consideraban como un símbolo de fortuna y de nuevas cosas que se regían en el mundo. Este dios también es reconocido por ser el protector de los lapidarios y de los plateros, al tiempo que castigaba duramente a todo aquel que osara a robar plata y alhajas.
Los rituales a esta deidad eran bastante sanguinarios, siendo durante el segundo mes del año mexica que los pobladores de estos extensos territorios ofrecían a este dios, los sacrificios de seres humanos, extirpando sus corazones y desollando sus cuerpos. Finalmente se colocaban sus pieles encima de sus cuerpos justo después de pintarlas de amarillo. A este ritual se le conocía como vestiduras doradas y se hacía para elogiar y alabar al dios regente.