Gong Gong

La mitología china habla de Gong Gong como uno de los tres míticos Augustos que forman parte de los primeros gobernantes de China. Según las narraciones de Gong Gong, este dios se encargaba de controlar las inundaciones junto con otro de los dioses importantes de la mitología china y asiática.

Gong Gong es representado como un dios de nueve cabezas y con cuerpo de serpiente. Se encuentra en muchos diagramas importantes y comunes de la caligrafía china. Otra de las maneras en las que suele representarse este dios del agua, es con una cabeza de bronce, una frente de hierro, el pelo rojo y el respectivo cuerpo de serpiente.

El origen de este dios se sitúa en el agua y en la pureza de ella. Habitaba, según lo que cuenta la mitología en el territorio de lo que en la actualidad es el distrito de Hui en la provincia de Henan.

La ira de Gong Gong

Gong Gong es un dios destructivo y responsable de diversas catástrofes cósmicas. En casi todas sus batallas terminaba perdiendo y la mayoría de ellas las libraba en contra de una deidad mayor como lo era el dios del fuego, Zhu Rong.

Uno de los mitos que rondan a esta figura tiene que ver con su ira descontrolada. Según se cuenta en la cultura china, este dios sintió una gran vergüenza al no poder ganar la lucha para conseguir el trono del cielo, cuya batalla disputaba con el dios del fuego.

La ira lo invadió en aquel momento de vergüenza, así que decidió atentar contra el monte Buzhou, que era considerado uno de los ocho pilares del cielo. Con su ira, destruyó el monte e hizo tambalear el cielo hacia el noroeste, con lo cual la tierra se inclinó hacia el sureste y se produjo una gran inundación.

Nüwa llega a restablecer el orden

Nüwa fue la encargada de reparar el daño que causó el dios Gong Gong con su gran ira. Nüwa es un ser de la mitología china que por lo general es conocida como mujer y que forma parte de los tres augustos y cinco emperadores.

La forma que encontró Nüwa para reparar el daño, fue cortar las patas de la Tortuga Gigante Ao y colocarlas como pilares del cielo. De esta forma, se restableció el equilibrio del cielo y de la tierra. Con esta acción Nüwa logró detener las inundaciones pero no pudo hacer nada para restablecer la orientación correcta de la tierra, el cielo y los ríos de China. De esa forma se explicó que los ríos de ese país fluyan hacia el sureste al mismo tiempo que el sol, la luna y las estrellas se mueven hacia el noroeste.

Otra de las tragedias cósmicas que se adjudican a Gong Gong tiene que ver con el cambio de la trayectoria del sol, cuando deliberadamente decidió que era buena idea abrir un gran agujero al cielo. El Sol se vio en la necesidad de cambiar su trayectoria, haciendo que se alterara el orden en la tierra. Nuevamente llegó Nüwa al rescate del orden original.

Gong Gong, al ser un ser destructivo, causó múltiples desastres que terminaron por hacer estragos en la tierra y traer consecuencias catastróficas, tanto para los humanos como para los dioses chinos y para el orden establecido. Por suerte, en cada ocasión en la que el dios Gong Gong desató su ira para dañar la tierra, Nüwa estuvo allí para reparar el daño y volver a colocar las cosas como eran antes de que Gong Gong se entrometiera.

Algo increíble sobre esta deidad es que la mitología cuenta que presuntamente el dios Gong Gong tiene una longitud aproximada de 536 kilómetros, si tomamos en cuenta que se trata algunas veces de una serpiente, mientras que en otras oportunidades lo reflejan como un dragón muy grande.