Para los incas, Illapa era el dios de los truenos, de la lluvia y de los relámpagos. También era garante del granizo y las tempestades. Los nativos incaicos acudían a él cuando era tiempo de extrema sequía y los cultivos no podían florecer.
Representación y simbolismo de Illapa
Por lo general a Illapa se le asocia con ropaje de aventura y guerra, con un arma peculiar llamada honda, que consta de una agarradera con una cuerda a cada lado, de cuyos extremos se puede disparar un arma.
Los incas ofrecen cultos a Illapa en las diferentes montañas donde se realizan actividades para venerar a la deidad, que es considerada como una de las más importantes dentro del imaginario incaico.
El dios del trueno y los relámpagos se posiciona en el tercer lugar de importancia dentro del panteón religioso inca, siendo el primero Viracocha y el segundo el dios Inti, aunque junto con el dios Inti se ubica Mama Quilla, en igualdad de condiciones.
Templos de Illapa
Al igual que casi todos los dioses importantes de la cultura inca, Illapa también cuenta con múltiples templos a lo largo y ancho del territorio inca, siendo su más importante representación en Cuzco.
Como Illapa era relacionado con la lluvia y alejaba la sequía, los incas acudían a él cuando no llovía para hacer florecer los cultivos, en cambio, si aún no llovía y los cultivos seguían secándose, entonces los incas ofrecían sacrificios humanos, con la intención de que el dios pudiera ver la necesidad de los nativos.
Los sacrificios humanos se realizaban por lo general en lo alto de las montañas, donde se celebraban cánticos y rituales sagrados que servirían como agrado para el dios, quien al sentirse halagado por los bailes de los incaicos, enviaría el agua para acabar con la sequía.
Otros de los sacrificios de los incas hacia el dios Illapa, era atar perros negros en algún lugar de la comarca sin nada de agua ni comida y hasta que sufrieran de hambre, y así lograr que el dios del trueno y el clima se compadeciera de los habitantes y enviara la lluvia.
La creencia era que, los perros al padecer el hambre y la sed, comenzaban a ladrar y a sollozar de desespero. Estos sonidos desesperantes llegaban a oídos del dios inca, quien se compadecía de los animales y enviaba la lluvia.
Época de la conquista
Cuando los españoles llegaron a la América precolombina, llegaron las cruzadas de evangelización a cada uno de los territorios, que intentaron hacer que los indígenas adquirieran creencias cristianas del primer mundo.
En su búsqueda, los españoles intentaron conseguir semejanzas entre los dioses de los indígenas incas y los santos que ellos veneraban desde el cristianismo, de esa manera lograron convertir a los indígenas en cristianos.
En el caso específico de Illapa, los españoles consiguieron similitudes entre esta figura y el apóstol Santiago, que según el cristianismo, hacía producir los truenos del cielo con el galope del caballo que le acompañaba.
Mito de Illapa
La mitología de los incas sobre Illapa cuenta que en momentos en los que la sequía era demasiado fuerte, y ya los incas habían intentado todo para atraer la lluvia, entraba en acción el rey del trueno.
Desde la vía láctea, en nuestro espacio sideral, tomaba la jarra donde se creía que guardaba el agua para enviar a la tierra, y la volcaba sobre la pachamama. De esa manera, se regaba por todo el cielo y se resguardaba en las nubes hasta que finalmente caía.
También se creía que el sonido del trueno era a consecuencia de la fuerza con la que había sonado su honda para enviar un rayo. La honda la utilizaba solo en los casos de tormenta, para enviar los truenos y relámpagos al cielo.