Tyr este es oficialmente el dios nórdico de la guerra. Pese a que muchos dioses de la mitología nórdica se asocian con la guerra también, la verdad es que Tyr tiene propiamente este papel en la narrativa germánica y nórdica.
En las diferentes culturas de esta mitología, se le conoce de distintas maneras. En el gótico se le nombra Tyz, en el noruego antiguo se le conoce como Ty, en el sueco antiguo como Ti, Ziu en el alto alemán antiguo; y Tiw, Tiu o Tew en el inglés antiguo.
Etimología de Tyr
El nombre de Tyr proviene del idioma protogermánico Tiwaz, que a su vez tiene sus orígenes en el idioma protoindioeuropeo “Dieus”. A partir de aquí también se le otorgó el nombre a Zeus y a Júpiter en las mitologías griega y romana.
Por esta relación etimológica se suele decir que Tyr era el mismo dios Odín pero con otro nombre. Esta teoría cobra fuerza tomando en cuenta que el dios Odín también está relacionado con la guerra, y el combate.
En algunas culturas incluso, se llegó a abandonar el culto a Tyr para dar paso a Odín, esto ocurrió sobre todo en culturas mitológicas germánicas tanto del norte como del oeste. Los adoradores de Tyr en épocas más cercanas a la nuestra que a los dioses, solían hacer los sacrificios humanos en su nombre.
Se cree que hacia las culturas escandinavas esta práctica cambió de deidad. En esa cultura los sacrificios humanos eran ofrecidos al dios Odín, padre de todos y el mayor dios del panteón nórdico.
Dada la costumbre nórdica de tener a dos dioses gobernando en una diarquía, no suena descabellado pensar que Tyr y Odín pudieron gobernar en el mismo período de la mitología nórdica primitiva, a manera de diarquía.
Tyr y el día martes
Así como otros dioses, cuyos nombres son tomados para nombrar ciertas cosas que conocemos hoy día, igual ocurre con Tyr. Thor, por ejemplo, tiene el privilegio de dar su nombre al día jueves según el idioma inglés.
Con el día martes pasa lo mismo, y es que su nombre se le atribuye directamente al dios nórdico de la guerra, es decir, al dios Tyr.
De la misma manera, otras cosas comunes tales como plantas y ciudades deben su nombre al dios de la guerra Tyr. Algunos de ellos son Týsfiola, Týrhialm y Tývidr. El Tiveden que es un bosque que se ubica en Suecia, también lleva su nombre gracias a Tyr.
Mito de Fenrir y el Ragnarok
Una de las mitologías que rondan el nombre de Tyr, es aquella que tiene que ver con el lobo monstruoso llamado Fenrir. Esta bestia quiso ser amarrada en algún momento por los dioses y así lo hicieron, pero a cada amarre, la bestia se soltaba.
En cierto momento los dioses decidieron entrar en conversaciones con los dioses, con la idea de que comenzaran a elaborar una cadena con la que se pudiese amarrar al lobo monstruoso, pero tomando en cuenta que la cadena debía ser tan fuerte que no fuese posible para Fenrir, soltarse.
Al presentir lo que los dioses comenzaron a fraguar en su contra, Fenrir les dijo que le amarraran, pero con la salvedad de que algún dios colocara su mano en la boca de la bestia como garantía de fe.
Tyr, el dios más valiente, se arriesgó y confió en Fenrir, entonces colocó su mano en la boca del lobo. Éste inmediatamente le mordió y echó por tierra el trato. De esta forma, Fenrir se quedó atado por completo, y la profecía dice que permanecerá encadenado hasta el día en que ocurra el Ragnarok.