Skadi

En la antigüedad, Skadi era venerada como diosa de la caza, al tiempo que estaba en competencia con las diosas Frigg y Freyja por la popularidad de su culto, sin embargo, con la evolución de la cultura escandinava, su popularidad se redujo prácticamente a cero.

Era una gigante proveniente de Jotunheim, uno de los nueve mundos que se describen en la mitología nórdica.

Etimología de Skadi

El nombre de Skadi es identificado en diversas mitologías, no solamente en la mitología nórdica, sino también en la escandinava y otras de la misma raíz cultural. Así que en diversas lenguas se le da una connotación similar.

La raíz de esta palabra en Escandinavia, por ejemplo, es identificada como “cortar, dividir, lastimar o herir”. Por añadidura, las palabras que comiencen con esta sílaba son consideradas propias para decir “peligro, peligroso”.

En los idiomas modernos se ubican palabras del alemán o del sueco, que suelen significar también “peligro, dañar, cortar”. El inglés no se escapa del legado de Skadi, cuya palabra “scathe”, que significa “lastimar”, también proviene del nombre de la gigante Skadi.

“Skáney” es la palabra utilizada en Escandinavia para referirse a islas peligrosas, esto a propósito de los bancos de arena de Dinamarca y otros del Báltico.

La muerte del padre de Skadi

A consecuencia del secuestro de una de las diosas de Asgard, por parte del gigante que dominaba el Jotunheim, los Ases se decidieron a declarar la guerra al mundo de los gigantes, acabando con la vida de su rey.

El rey de los gigantes era el dios padre de Skadi, así que ella en represalia viajó a Asgard para vengar su muerte. Skadi tenía todas las intenciones de acabar con el mundo Asgardiano, pero cuando llegó, se consiguió con una realidad distinta.

Al llegar a la civilización de los dioses, estos le ofrecieron a Skadi la oportunidad de casarse con un dios, en compensación por lo que había ocurrido con su padre, el rey del mundo de los gigantes de Jotunheim.

Ella no tuvo otra alternativa sino aceptar el ofrecimiento de los nativos asgardianos y comenzó su elección de esposo, con la única salvedad de que podía escogerlo solo mirando sus pies.

Pensó que la mejor opción era elegir aquel con los pies más limpios, y una vez que los detectó, pensó que había elegido a uno de los hijos de Odín, aquel que resaltaba por su gran belleza y nobleza, pero en lugar de ello, escogió al rey de todos los mares.

Aquel dios de los mares era el líder de los vanir, que estaba en Asgard como prisionero y rehén, bajo la promesa de regresar después del Ragnarok, que según la mitología nórdica es la batalla del fin del mundo.

Matrimonio con Njordr

Aunque ella esperaba a otra persona en la elección de su futuro esposo, terminó por enamorarse tanto de Njordr que fue feliz con él en casi todos los aspectos y momentos de su vida, sin embargo, tenían una gran disyuntiva sobre dónde vivir.

Ambos querían vivir en sus lugares predilectos, ella en donde tuviese hielo y frío, mientras que él esperaba la playa y el calor. De esa manera llegaron al acuerdo de vivir por unos nueve días en el hielo y por tres noches en la playa.

Su esposo ya había estado casado anteriormente con su hermana, sin embargo, los asgardianos no aprobaban esa unión, razón por la cual Njordr tuvo que esconder el nombre de su consorte y hermana.
Con su primera esposa, Njordr tuvo mellizos, así que en algunas narraciones tradicionales se suele asociar a Skadi como madre de los mellizos. Estos dos personajes son conocidos con los nombres de Freyr y Freyja.